Usar dispositivos de Realidad Virtual no es nada fácil por lo general. Dispositivos de tracking, un montón de ajustes en el software y la necesidad de mucho espacio para jugar correctamente. O, al menos, eso es lo que ofrecen la mayoría de las opciones. Oculus Quest, sin embargo, es la solución para quien quiera lanzarse a jugar del tirón.
Un dispositivo autónomo
Sin cables, sin dispositivos para calibrar los sensores y sin ni siquiera un PC. Con Oculus Quest tienes todo lo que necesitas en un único dispositivo. ¿De verdad? De verdad. La única pega de esto es que tiene una tienda separada de Steam o la propia tienda de Oculus en PC. De forma que tendrás que volver a adquirir los juegos en caso de que ya los tuvieras.
Además, como la batería aguanta unas 3 horas, no tendrás que preocuparte de quedarte sin batería a mitad de una partida. Aunque, en caso de que estés es una sesión larga de juego, puedes usar el cargador que viene con las gafas, que es bastante largo. Todo ello por el mismo precio que las Oculus Rift S, 449€ (en su versión de 64GB, la de 128GB sube hasta los 549€).
Sin complicaciones con Oculus Quest
No hace falta que configures nada. Únicamente tendrás que bajarte la App para el teléfono, iniciar sesión y emparejar las gafas antes de empezar a jugar. No tendrás que instalar nada más (aparte de los juegos, claro). Ya que las cámaras que detectarán el movimiento de los mandos van incluidas dentro de las gafas.
Mandos que, por otra parte, son igual de sencillos de empezar a usar. Abrir la caja, ponerles las baterías y emparejarlos a las gafas es lo único que tendrás que hacer. No te olvides de ponerte la correa si no quieres rememorar los famosos mandos voladores de la Wii, ojo.
Posibilidades infinitas con Oculus Link
¿Quieres canciones personalizadas de Beat Saber? ¿O jugar a tu biblioteca de Realidad Virtual de Steam? No pasa nada, porque también es posible gracias a Oculus Link. Sí, es un poco más jaleo que simplemente usar las gafas de forma autónoma, pero merece completamente la pena.
De esta forma podrás acceder a todo el contenido de PC compatible con Oculus Rift S (además de todo el contenido de las Oculus Quest). ¿Qué hace falta para hacer uso de esta funcionalidad? Un cable USB 3.0 y ganas. Porque, además de eso, solo tendrás que instalar la plataforma de Oculus y a disfrutar. Si se quiere añadir contenido a las gafas, la cosa se complica un poco.
Y es que tendremos que buscar carpetas, instaladores y el propio contenido por nuestra cuenta. Sin embargo, el esfuerzo se ve recompensado.