«The Witcher 3» llega a Switch. Pero lo hace en unas circunstancias un tanto curiosas. Porque, cuatro años después de que el juego fuese lanzado, vuelve a la carga con una versión que, curiosamente, carece de uno de sus puntos más fuertes, los gráficos.
«The Witcher 3» llega Switch cuatro años después
Y si, los gráficos no lo son todo, pero pasar de algo tan espectacular como la versión de PC a algo como la versión de Switch es, cuanto menos, una decepción. Aunque ojo, el hecho de que «The Witcher 3» consiga siquiera funcionar en la portátil de Nintendo es todo un logro, pero el resultado está lejos de lo ideal.
De entrada, si jugamos en el modo portátil en raras ocasiones llegaremos a ver el juego en 720p. Porque, para mantener una tasa de frames por encima de los 30, desde CD Projekt han tenido que sacrificar resolución. De modo que veremos la mayoría de la aventura en 540p.
Las texturas, las peores paradas
Por otra parte, se le ha pasado la tijera a las texturas. Tanto a los escenarios como a los personajes y monstruos, nadie ni nada se ha librado de este recorte. Aunque, pese a lo que pueda parecer, este detalle no se aprecia tanto como cabría esperar.
Otro punto que ha sido tocado (esta vez para bien) son los subtítulos. Que si ya eran minúsculos en las versiones de PC y consola, en la de Switch directamente no se hubieran visto. De modo que se han agrandado un poco con respecto a los de otras versiones. Pero claro, estamos obligados a verlo en una pantalla de 6,2 pulgadas si jugamos en modo portátil, algo que no ayuda.
La batería lo pasa mal
Además, la batería de la consola tampoco ayuda en esta situación. Porque, como con otros juegos exigentes, no podremos jugar a «The Witcher 3» durante más de 3 horas si no tenemos un enchufe cerca. Lo que supone un desafío para viajes relativamente largos.
Sin embargo, y pese a esos inconvenientes, el juego funciona bien. No hay caídas exageradas en el rendimiento ni momentos donde sea imposible jugar, como sí pasaba en Final Fantasy XV. De modo que, pese a lo malo, funciona.
Llevando al límite a la consola
Otro aspecto a tener en cuenta es el tamaño del juego. 31GB. Y si bien eso es poco si hablamos de Xbox One, PS4 o un PC, estamos hablando de Nintendo Switch. Una plataforma donde esa capacidad hace imposible que podamos instalar la versión digital de este juego sin una tarjeta SD.
Además de llevar al límite la capacidad de los cartuchos, dejando únicamente un GB libre en él. Pero claro, estamos hablando de un juego completo además de todo su contenido descargable.
Consiguiendo lo imposible
Sin embargo, en este punto precisamente está la grandeza de este port. Y es que los chicos de CD Projekt han conseguido lo imposible. «The Witcher 3» llega a Switch, lo hace con peores gráficos y resolución que en sus «hermanas mayores», pero lo consigue.
La posibilidad de llevarnos con nosotros al brujo y explorar el mundo de «The Witcher 3» allá donde vayamos se abre. Dejando claro una vez más que con CD Projekt detrás casi todo es posible.