Desde hace unos años la discusión entre dos factores a la hora de jugar salta con cada título, con cada nueva consola y con cada port. La importancia de dos elementos a la hora de jugar es innegable, sin embargo, ¿cuál es más importante, la resolución o los frames?
¿Qué son los frames?
Los frames, también conocidos como FPS, son el número de «cuadros» por segundo que nos ofrece un videojuego. Es decir, el número de actualizaciones que vemos de una imagen cada segundo. Pero, ¿qué significa?
Básicamente, cuántos más FPS consigamos a la hora de jugar, más fluida irá la imagen. De forma que, con lo FPS, sobre todo en títulos de acción, cuantos más mejor. Aunque si que es necesario un mínimo para poder jugar a gusto, siendo el estándar 30 o 60 FPS.
La parte buena es que, aunque nos quedemos en esas cifras, la diferencia entre esos números y algunos mucho más altos no se echa tanto de menos como entre cifras mucho más bajas y el estándar. Llegando incluso a provocar dolor de cabeza.
¿Y lo de la resolución?
Esto seguro que ya os lo sabéis, sobre todo después de no parar de oír 4K por aquí, 4K por allá. Sin embargo, un repaso a los básicos nunca está de más. La resolución es, nada más y nada menos, el tamaño de las imágenes que vemos.
1080p, los que conocemos como Full HD a lo que estamos acostumbrados, se trata de 1920×1080 píxeles de imagen. 4K, a lo que aspiran las nuevas consolas, 3840×2160. Sí, el doble que Full HD. Sin embargo, como tanto el alto como el ancho son el doble, nos encontramos con una imagen 4 veces más grande.
¿Qué tiene esto que ver? Pues, simplemente, que cuanto más grande es la imagen que vemos, más le costará a nuestra consola o PC crearla y moverla a muchos FPS. De forma que, cuanto mayor sea la resolución, menores serán los FPS y viceversa.
¿Entonces, qué es más importante, la resolución o los frames?
La parte buena es que, dependiendo el juego al que juegues, puede ser una cosa o la otra. La parte mala es que no hay una respuesta definitiva y que vaya a dejarnos a todos contentos. Sin embargo, siempre podemos buscar la mejor opción para nosotros.
Si lo tuyo son los juegos de aventuras más o menos «tranquilos» y cinemáticos, lo que buscas es la mayor definición posible (manteniendo siempre un mínimo de FPS). De esta forma podrás apreciar hasta el más mínimo detalle y disfrutar del juego lo máximo posible.
Si, por el contrario, lo tuyo son los juegos de acción y velocidad, lo mejor es que apures cada frame que puedas. Porque, aunque no se vea tan bonito, si que podrás esquivar con más facilidad y ver los movimientos mucho más fluidos. Consiguiendo así la mejor experiencia.