Siempre que compramos algo queremos amortizarlo lo máximo posible. Y las consolas no son la excepción. Menos aún con el dinero que valen (sobre todo si las compramos de salida). Lo que supone sacarle todo el rendimiento posible a nuestros aparatos antes de que pasen a mejor vida. Para ello, debemos encontrar el mejor momento para comprar una consola.
Tenemos tres posibilidades
Muchos piensan que es justo al inicio. Y el lógico pensar así, tienes más tiempo desde que compras una consola hasta que su vida termina. Aunque comprarse una consola de salida tiene muchos puntos negativos. El primero, y más evidente, el precio de la consola.
Una consola recién salida acostumbra a ser bastante más cara que una que lleve algún tiempo en el mercado. Además, cuenta con menos juegos, por lo que nuestras opciones estarían limitadas. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que se trata de la primera versión de la consola.
Las primeras versiones acostumbran a tener problemas
Por lo que podría tener algún fallo de diseño importante. Como el famoso anillo de la muerte de Xbox 360, o la luz naranja de PS3. Algo que, en versiones más modernas de la consola, se solucionó. Alargando así la vida de la consola.
También podríamos pensar en comprar la consola uno o dos años después de su salida. En este caso, tendríamos un catálogo de juegos más amplio, pero el precio seguiría estando alto. Además, tendríamos que añadir el coste de los juegos, que, al ser «nuevos» se venderían al precio completo.
Comprar la revisión de la consola nos ahorrará sustos
Si es verdad que en esta ocasión podríamos hacernos con una revisión de la consola que eliminase fallos de diseño del primer modelo. Evitándonos así acudir al servicio técnico (ya sea dentro de la garantía o fuera de ella).
Por último, tenemos la opción de comprarla cuando lleva ya varios años en el mercado, como sería el caso actual con la Xbox One y la PS4. Una opción que, contrariamente a lo que se pueda pensar, tiene una serie de ventajas importantes.
La opción más económica, para los más pacientes
En primer lugar, nos encontraremos con una consola muy barata con respecto a su precio original, con hasta un 50% de rebaja en el precio (eso sin contar las ofertas eventuales que podamos aprovechar). Por otro lado, llegaremos cuando está todo el pescado vendido, es decir, tendremos miles de horas en juegos a los que disfrutar.
Otro aspecto positivo es que podremos hacernos con la mayoría de títulos a precio reducido. Lo que supone un ahorro importante, sobre todo si compramos varios juegos. Además de, una vez más, poder aprovechar las ofertas, tanto de las diferentes tiendas como de las «stores» de las consolas.
Muchos juegos, pocos jugadores
De modo que nos encontraremos con una consola pulida, con un gran catálogo y juegos rebajados. Sin embargo, hay un lado malo. Y es el On-line. Es decir, los modos multijugador de los diferentes juegos.
Porque hay que tener en cuenta que algunos de esos juegos pueden tener hasta cinco o seis años. Lo que supone que su comunidad sea muy reducida o inexistente. Haciendo muy difícil (en ocasiones imposible) jugar On-line a según qué modos.
El mejor momento para comprar una consola depende de tí
Así que, vistas las tres opciones, podría concluirse que, sin duda, la peor de las opciones es comprarse una consola de salida. Nos gastaremos más dinero y tendremos que esperar hasta tener un catálogo decente. Aunque si nos puede el ansia, es lo que acabaremos haciendo.
Entre las otras dos opciones, habría que mirar una única cosa, lo mucho que nos importa el juego On-line. Si somos fieles al modo un jugador, el mejor momento para comprar una consola es cuatro o cinco años después de su lanzamiento.
Si, por el contrario, somos muy de jugar con amigos, lo ideal sería esperar a la primera revisión o bajada de precio de la consola. De esta forma no solo ahorraremos dinero, sino que entraremos cuando la plataforma ya tiene una comunidad asentada de jugadores.
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