Desde que Sony anunciase la posibilidad de retrocompatibilidad en PS5 han surgido dudas acerca del cómo. Sin embargo, desde la propia compañía han actualizado la patente, dejando ver, por fin, como será el funcionamiento de los juegos de PS4 en su nueva consola.
La retrocompatibilidad en PS5 es algo más que fuerza bruta
Y, si la inclusión de un SSD en lugar de un HDD como disco duro tiene mucho que ver, sobre todo en lo que a tiempos de carga se refiere, no es lo único que hará posible la retrocompatibilidad en PS5. Porque también se han hecho ajustes en la forma de ejecutarse los diferentes juegos.
Inicialmente, cada juego de PS4 hará un rastreo para comprobar que hardware es necesario para ejecutarse. Una vez hecho esto, los componentes de la nueva consola buscarán un «punto medio» con estos requisitos. Esto nos permitirá jugar a los juegos con la misma calidad que en la actual consola.
La consola «ajustará» el hardware
Sin embargo, el proceso no termina ahí. Ya que una vez la consola ajuste los parámetros óptimos para ejecutar los juegos, la potencia extra de la futura PS5 hará su aparición. Mejorando, siempre que sea posible, el rendimiento de los juegos. Lo que se traducirá, probablemente, en un mejor framerate, menores tiempos de carga, y una mayor resolución.
De este modo se evita usar simplemente la potencia para hacer funcionar los juegos. Algo que, como muchos usuarios de emulador sabrán, no siempre se traduce en una buena experiencia. Ya que, en estos casos, más potencia no significa mejor optimización.
El código de los juegos no se tocará para evitar errores
Por otro lado, tampoco se tocará el código de los juegos durante este proceso. Lo que supone que no habrá fallos o cosas extrañas a la hora de jugar. De modo que los usuarios de PS5 podrán disfrutar de los títulos de PS4 en una versión mejorada.
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