La música en los videojuegos ha cambiado mucho desde sus inicios, muchísimo. Esto no pilla a nadie por sorpresa, claro, todo cambia. Pero la música videojeuguil ha cambiado prácticamente sin que nos demos cuenta. ¿El motivo? Que los gráficos de última generación y la historia suelen ser los principales analizados a la hora de hablar de videojuegos.
Los primeros videojuegos
Los videojuegos empezaron siendo algo muy diferente a lo que son ahora. Dos barras blancas y una pelota que únicamente sonaba al golpearla no daban para una gran banda sonora, eso está claro. Pero a medida que la industria fue creciendo, también lo hicieron los sonidos que la acompañan. Y si no que le pregunten a las recreativas.
Sin embargo, en este momento esa música no era más que «ruido de fondo». Efectos cuyo único propósito era acompañar la acción que estaba teniendo lugar y, de vez en cuando, anunciar que habías perdido. En esta época, no había música en los videojuegos, había acompañamiento musical.
El despegue de la música en los videojuegos
La industria se fue haciendo más y más grande, enorme. Comenzaron a llegar las consolas que sentarían la base de las que tenemos hoy en día y, con ellas, llegó algo más. Llegó la música a los videojuegos. Aunque, por desgracia, no a todos.
Hay auténticas joyas como Final Fantasy, cuya banda sonora es una de las más famosas y recordadas de la historia, con razón, claro. Pero la mayoría de juegos de los ’90, desgraciadamente, seguían siendo aventuras visuales con hilos musicales de fondo, música ambiente. Eso sí, hilos musicales muy pegadizos.
La «Edad de Oro»
No sería exagerado decir que los videojuegos están en su mejor momento en la historia. Sí, siempre habrá a quien la nostalgia le pueda y vive en un estado permanente de recordar tiempos mejores y juegos retro, pero la realidad es la que es. Y, del mismo modo que los gráficos han dado un salto impensable, también lo han hecho las bandas sonoras.
Actualmente no hay videojuego que se precie sin una banda sonora como Dios manda que haría ponerse rojas a muchas super-producciones de Hollywood. Algo normal si tenemos en cuenta que, actualmente, los videojuegos AAA son prácticamente su homólogo (aunque con costes mayores la mayoría de veces). Y, para disfrute de nuestros oídos, esas bandas sonoras suenen quedarse con nosotros mucho más que el juego.
Sí, es posible que recuerdes tus partes favoritas de un juego concreto, pero es casi seguro que, si oyes su banda sonora, vas a volver a vivir la experiencia en tu cabeza. La música en los videojuegos ya no es un mero acompañamiento, si no una parte principal más. Y si no, que le pregunten al nacido del dragón. Porque estamos seguros que la BSO de Skyrim es la responsable de más de una y de dos ventas.