Desde su mismo anuncio el mundo se ha vuelto loco con ellas. Pero loco loco, no un poco obsesionado. Si no, no se explica que sea prácticamente imposible comprarse una PS5 o una Xbox Series X salvo en contadas ocasiones y compitiendo con bots. Sin embargo, ¿es la necesidad de una consola Next-Gen algo real o solo marketing y nuestro ansia? Te ayudamos a decidirte.
Pocos juegos exclusivos de momento
La realidad es que, en una consola Next-Gen lo que se busca, sobre todo, es el salto de calidad. El ver las cosas mejor, a más frames y con menos tiempos de carga. Y eso lo conseguimos, si, en juegos a los que ya podemos jugar en nuestras PS4 y Xbox One. Es decir, juegos «exclusivos» para las nuevas máquinas hay pocos, poquísimos. De hecho, hay tan pocos que se pueden contar con los dedos de una mano.
Si, eso va a cambiar, desde luego. Pero, por lo menos hasta que entre de lleno el verano, la situación va a seguir siendo la que es. Y si, nosotros también nos morimos por pasarnos el nuevo «Ratchet & Clank», pero como aún no podemos ni comprarlo, la urgencia es más ansia que otra cosa.
Primeras versiones no son buenas
Las prisas y las primeras versiones de algo tienen dos cosas en común, que no son buenas. Y más aún si tenemos en cuenta que estas versiones 1.0 suelen tener errores que, más adelante, se corrigen. El anillo rojo de la muerte de Xbox 360 y las luces naranjas de PS3 han traumado a más de uno a lo largo de los años.
Del mismo modo que las PS4 que suenan como motores de avión y las Xbox One que tienen algún que otro problemilla con los lectores. Claro, como uno imagina, una consola de Next-gen no tendrá esos mismos fallos, pero sí otros que tendrán que solucionar con las revisiones.
No te va a hacer mal una consola nueva
Vale, esas son las cosas malas (además de que te gastas 500 eurazos), ¿y las buenas?. Las buenas son que vas a jugar a tus juegos de la mejor forma posible. También está la ilusión que hace jugar con algo nuevo, una sensación que, sinceramente, no se puede pagar con dinero. Bueno, sí, 500 euros, pero ese no es tema. Y, por supuesto, el poder disfrutar de tus juegos favoritos en mejores condiciones que nunca, claro.
Por supuesto, hay más cosas que justifican una consola nueva. Un mando que está a dos pasos de una película de ciencia ficción, el Quick Resume o simplemente el hecho de que te guste tener la mejor opción posible siempre, claro. La parte mala es que nos encantaría no tener que hacernos esta pregunta, la parte buena es que como es casi imposible hacerse con una consola Next-Gen, no duele tanto no tenerla.