La nueva entrega de la franquicia más famosa de Capcom ya está aquí y, como te contábamos esta misma semana, da menos miedo del que te podrías esperar. Pero eso no significa que no deberías estar jugando a «Resident Evil Village» ahora mismo. Como (evidentemente) no es el caso, te contamos por qué deberías estar enfrentándote a Lady Dimitrescu lo más pronto posible.
Terror, pero no mucho
Sí, esto ya lo sabes, pero es que hay que recalcarlo. Y es que desde Capcom se han esforzado mucho para que, pese a pasarlo mal, no se trate de una experiencia insoportable que no te veas capaz de terminar. El miedo que pasas está muy bien medido y no hay ninguna zona que te haga apagar la consola para no volver a jugar ese día.
Eso sí, no te esperes tampoco una experiencia de acción pura. Porque lo vas a pasar mal. No mucho, pero sí bastante mal. Sobre todo cuando veas de lejos una vampira de 3 metros dispuesta a rebanarte el pescuezo con sus afiladas garras.
Una nueva aventura, una nueva historia
Resident Evil va de virus, zombies y monstruos deformes, si. Pero en esta nueva entrega, las cosas toman un giro inesperado. No solo porque los enemigos y la trama cambien, como es normal. Si no porque vemos una faceta más «mística», por así llamarla, de la saga.
En lugar de quedarnos con los zombies de toda la vida (vale, sí, son infectados y no zombies, pero se entiende) vemos vampiros, hombres lobo y criaturas que queremos que descubras por ti mismo. Y que, por supuesto, tendrán diferentes formas de hacerles frente.
Conectando la saga
De primeras puede parecer que todo lo que rodea al pobre Ethan Winters (que ya las pasó canutas en la casa de los baker) está maldito. Y puede que así sea, porque, una vez más, encarnaremos a este pobre hombre, un tipo normal, en un viaje a lo desconocido y sobrenatural. Esta vez, eso sí, en un entorno más grande y menos claustrofóbico.
Por supuesto, según vayamos descubriendo la trama iremos descubriendo también qué tiene que ver el pobre Ethan con todo esto y por qué a él le ocurren todas las desgracias. Y, sabiendo esto, más que nunca deberías estar jugando a «Resident Evil Village».